Cada año me propongo comprar los regalos de navidad al menos 2 semanas antes de noche buena para no andar (como se dice coloquialmente) valiendo verga (repito, así dice la plebe, no yo), pero pues por equis o ye, siempre termino comprando los regalos un día antes, a medida que se acerca la hora de cierre de los almacenes y a medida que no encuentro nada, los artículos que en un principio me parecían ridículos, van mirándose más adecuados al perfil de la persona a regalar, incluso hasta mandados a hacer.
8:00 pm, 23 de diciembre.
"Un mini dron para mi mamá? ... PFF, luego 900 pesos, NOT"
10:30 pm, 23 de diciembre
"No pues, a lo mejor con un dron mi mamá podría entretener a mi sobrinito sin cansarse tanto a la hora de cuidarlo"
12:00 pm, 24 de diciembre
"NO PUEDE SER YA NO HAY DE ESOS DRONES, OFERTAS BETA SALVAME, OFREZCO 2000 Y VOY POR EL A GUAYMAS, MI MADRE LO NECESITA"
Por eso, hay que tener los pies bien sentados sobre la tierra, la navidad no son los regalos, la tomadera, las ropas caras, el arbolito o las decoraciones, la navidad es acerca de tamales y el amor que rodea este hermoso regalo de Dios.
viernes, 1 de enero de 2016
jueves, 31 de diciembre de 2015
Mascotas
Tengo 2 gatos y un perro:
gato: Intruso
gata: Carlota
perro: Dango
Ellos llegaron a mi cuando vivía con mis papás, primero llegaron los gatos y eran los reyes de la casa, hacían y deshacían a voluntad y eran los protegidos, podían romper lo que sea y a falta de nietos, mis papás los mimaban demasiado, luego llegó el perro, era un cachorro chipilón del cual estos cabrones felinos abusaban, era una de esas historias de bullying de la primaria donde Dango era el niñito gordo al que le quitaban el lonche.
No les duró mucho el gusto, Dango creció y se convirtió en una mini bestia que a veces pienso en rentar para que pasee niños en las ferias, es muy buen guardián, noble con los niños y tiene energía como si se alimentara de barras de plutonio en lugar de croquetas, a pesar de todo, no les guarda rencor a sus hermanos los come-whiskas, pero como no son tontos, le guardan mucho respeto, cuando este viene corriendo como queriendo jugar, salen despavoridos.
Desde hace unos 6 meses me los traje a vivir conmigo, Dango es muy feliz porque ahora lo dejo dormirse en la sala cuando veo Netflix, eso es nuevo para él, siempre vivió en el patio, en una casita fresona que le construí, donde fácilmente cabe un adulto si quisiera dormir ahí, tiene aislante térmico y la puerta se cierra sola al entrar o salir (para que no entre el chiflón) y su respectiva cobija que también usa como compañera sexual, en fin Dango tenía todas las comodidades pero siempre afuera de la casa.
Hoy me siento mortificado como padre puesto que los gatos no quieren salir al patio o a los tejados a hacer su patrullaje si no estoy yo, Dango los intimida solo con su presencia, ni siquiera les ladra pero ellos simplemente no se animan, no quiero que vivan enclaustrados, quiero que salgan a vivir aventuras, cazar bichos, ahuyentar otros gatos, trepar árboles, etc. les puse unas "repisas" externas en una ventana para que pudieran salir directo al techo de un solo brinco, pero no les mojó mucho el potorro.
Espero un día actualizar este post con una solución encontrada al problema.
Cómo en los foros.
gato: Intruso
gata: Carlota
perro: Dango
Ellos llegaron a mi cuando vivía con mis papás, primero llegaron los gatos y eran los reyes de la casa, hacían y deshacían a voluntad y eran los protegidos, podían romper lo que sea y a falta de nietos, mis papás los mimaban demasiado, luego llegó el perro, era un cachorro chipilón del cual estos cabrones felinos abusaban, era una de esas historias de bullying de la primaria donde Dango era el niñito gordo al que le quitaban el lonche.
No les duró mucho el gusto, Dango creció y se convirtió en una mini bestia que a veces pienso en rentar para que pasee niños en las ferias, es muy buen guardián, noble con los niños y tiene energía como si se alimentara de barras de plutonio en lugar de croquetas, a pesar de todo, no les guarda rencor a sus hermanos los come-whiskas, pero como no son tontos, le guardan mucho respeto, cuando este viene corriendo como queriendo jugar, salen despavoridos.
Desde hace unos 6 meses me los traje a vivir conmigo, Dango es muy feliz porque ahora lo dejo dormirse en la sala cuando veo Netflix, eso es nuevo para él, siempre vivió en el patio, en una casita fresona que le construí, donde fácilmente cabe un adulto si quisiera dormir ahí, tiene aislante térmico y la puerta se cierra sola al entrar o salir (para que no entre el chiflón) y su respectiva cobija que también usa como compañera sexual, en fin Dango tenía todas las comodidades pero siempre afuera de la casa.
Hoy me siento mortificado como padre puesto que los gatos no quieren salir al patio o a los tejados a hacer su patrullaje si no estoy yo, Dango los intimida solo con su presencia, ni siquiera les ladra pero ellos simplemente no se animan, no quiero que vivan enclaustrados, quiero que salgan a vivir aventuras, cazar bichos, ahuyentar otros gatos, trepar árboles, etc. les puse unas "repisas" externas en una ventana para que pudieran salir directo al techo de un solo brinco, pero no les mojó mucho el potorro.
Espero un día actualizar este post con una solución encontrada al problema.
Cómo en los foros.
Sueños
La última semana he soñado mucho y muy intenso, soñé que habitaba 2 domicilios a la par, ambos en estado de abandono, en el sueño siempre era de tardenoche y el cielo de color azul índigo, tenía algo que esconder o alguien me buscaba, por lo mismo no prendía las luces de dentro, la hierba estaba crecida y había mucho polvo y desorden, una de las casas tenía muchos pasillos y puertas que daban a otras habitaciones y en estas habitaciones había puertas que a su vez daban a otros pasillos, revisaba todo el lugar constantemente con cautela para asegurarme que nadie se había introducido.
Cuando por fin tenía todo asegurado, al recostarme y tomar una siesta, se me subía el muerto, me despertaba asustado en el sueño, luego me desperté asustado en la realidad y pensé que seguía en esa casa, me tomó más de un minuto ubicarme, loco.
Ah sí, anoche soñé con una muchacha que me gustaba mucho en la universidad, me abrazó y no me soltaba, de esos abrazos intensos que duran una eternidad y no son para nada incómodos, cómo los de despedida, como si me extrañara mucho, al despertar me di cuenta que en verdad la extraño, más bien, esa intimidad.
Cuando por fin tenía todo asegurado, al recostarme y tomar una siesta, se me subía el muerto, me despertaba asustado en el sueño, luego me desperté asustado en la realidad y pensé que seguía en esa casa, me tomó más de un minuto ubicarme, loco.
Ah sí, anoche soñé con una muchacha que me gustaba mucho en la universidad, me abrazó y no me soltaba, de esos abrazos intensos que duran una eternidad y no son para nada incómodos, cómo los de despedida, como si me extrañara mucho, al despertar me di cuenta que en verdad la extraño, más bien, esa intimidad.
Utero caliente
Hasta hace un año era completamente idiferente a los niños, si algún candidato político hubiera propuesto crear una cúpula gigante donde encerraran a todos los recién nacidos hasta llegar a edad adulta, bajo un regimen de disciplina militar, hubiera votado por él sin pensarlo 2 veces.
Más que odio a los niños es un odio pasivo hacia los padres que no logran controlarles en lugares públicos.
Este año apareció mi sobrino de 3 años (vivía fuera de la ciudad) e hizo trizas ese repudio, me enseñó a ser muy paciente y a ser fan de esas cosas sin sentido que hacen, llego impaciente a casa de mis papás a ver que cosas nuevas ha aprendido en un lapso de 48 horas, no puedo estar de compras sin pensar en llevarle algo, veo a otros mocosos en el super y los comparo con él, por lo mismo ya no me visualizo tomandolos de sus piecitos y arrojandolos 10 metros hacia una pared con todas mis fuerzas para ver si así se callan, aprendí que hacerlo taquito entre las cobijas es más gratificante que un juguete nuevo, son más astutos de lo que uno imagina, observan y notan todo, son nobles por naturaleza, son el reflejo de quién los educa.
Como se dice coloquialmente, el 2015 fue el año en que se me calentó el útero.
Más que odio a los niños es un odio pasivo hacia los padres que no logran controlarles en lugares públicos.
Este año apareció mi sobrino de 3 años (vivía fuera de la ciudad) e hizo trizas ese repudio, me enseñó a ser muy paciente y a ser fan de esas cosas sin sentido que hacen, llego impaciente a casa de mis papás a ver que cosas nuevas ha aprendido en un lapso de 48 horas, no puedo estar de compras sin pensar en llevarle algo, veo a otros mocosos en el super y los comparo con él, por lo mismo ya no me visualizo tomandolos de sus piecitos y arrojandolos 10 metros hacia una pared con todas mis fuerzas para ver si así se callan, aprendí que hacerlo taquito entre las cobijas es más gratificante que un juguete nuevo, son más astutos de lo que uno imagina, observan y notan todo, son nobles por naturaleza, son el reflejo de quién los educa.
Como se dice coloquialmente, el 2015 fue el año en que se me calentó el útero.
domingo, 27 de diciembre de 2015
Friyito.
Siempre me ha tocado dormir en habitaciones con humores climáticos bien caprichosos (bien tremendos).
En la casa que pasé mi niñez, hasta los 13 años dormía cómodamente en un cuarto con mis 2 hermanos, era un cuarto grande, eran 2 camas matrimoniales y sobraba campo para la tele, closet y una cómoda, un día, impulsado por la llegada de la pubertad y la necesidad de mi propio espacio, decidí habilitar la recámara del fondo, esa a la que se le acabó el presupuesto y quedó en el olvido, la que no tenía vidrios en las ventanas, que tenía su baño propio mas no tenía puerta pero si un hoyo para que se pudiera colocar eventualmente una ventana.
En mi brllantez, pero más en mi pobreza, le puse a las ventanas un hule grueso transparente que compré con mis "mesada" en la Parisina, en la puerta del baño sin terminar puse un gran pedazo de hielo seco que no recuerdo de donde saqué. Estas adecuaciones eran un cocktel perfecto para que se metieran chiflones a la menor provocación, en tiempo de calor parecía estar dentro de una bolsa de ley amarrada.
Mientras no hacía ni frío ni calor, esa habitación era soñada para mi, al anochecer, por las grandes ventanas entraba la luz de la luna como si se tratara de un proyector de teatro, podía salir al patio directamente, ahí había una hamaca entre 2 árboles frondosos, una pinguica y una benjamina ya grandecita, me resultaba extasiante salir y recostarme ahí cuando hacía viento y olía a tierra mojada, más aún cuando llegaba a lloviznar, ni se diga de la lluvia, ponía mi preciado walkman sony bajo mi camiseta para que no se fuera a dañar, sabía donde estaba cada botón sin mirar, presionaba Play y me iba, casi siempre con Radiohead, no recuerdo de dónde saqué un cassete grabado del Ok computer. También escuchaba muchas cosas que no sabía si me gustaban, más bien, que creía me debían de gustar porque a los demás pubertos les gustaban.
Bueno, el punto es que en tiempo de frío en ese cuarto tenía que meterme bajo varias cobijas y al asomar la cabeza fuera de ellas por las mañanas, era como si te impactaran el rostro con un bisteck congelado.
En la otra casa donde viví después, mi cama estaba pegada a la ventana y los muros no tenían aislante térmico, lo que se traduce en "más frío adentro que afuera en tiempo de frío, chingo de calor en el verano".
En agosto pasado me mudé a esta casa que aparentemente lo tenía todo: amplia, un buen patio y amplio frente para que corra mi perro, no hay vecinos escandalosos, tiene un gran árbol al frente ... el detalle es que empezó el friyito y pues me siento como cuando era un puberto.
En la casa que pasé mi niñez, hasta los 13 años dormía cómodamente en un cuarto con mis 2 hermanos, era un cuarto grande, eran 2 camas matrimoniales y sobraba campo para la tele, closet y una cómoda, un día, impulsado por la llegada de la pubertad y la necesidad de mi propio espacio, decidí habilitar la recámara del fondo, esa a la que se le acabó el presupuesto y quedó en el olvido, la que no tenía vidrios en las ventanas, que tenía su baño propio mas no tenía puerta pero si un hoyo para que se pudiera colocar eventualmente una ventana.
En mi brllantez, pero más en mi pobreza, le puse a las ventanas un hule grueso transparente que compré con mis "mesada" en la Parisina, en la puerta del baño sin terminar puse un gran pedazo de hielo seco que no recuerdo de donde saqué. Estas adecuaciones eran un cocktel perfecto para que se metieran chiflones a la menor provocación, en tiempo de calor parecía estar dentro de una bolsa de ley amarrada.
Mientras no hacía ni frío ni calor, esa habitación era soñada para mi, al anochecer, por las grandes ventanas entraba la luz de la luna como si se tratara de un proyector de teatro, podía salir al patio directamente, ahí había una hamaca entre 2 árboles frondosos, una pinguica y una benjamina ya grandecita, me resultaba extasiante salir y recostarme ahí cuando hacía viento y olía a tierra mojada, más aún cuando llegaba a lloviznar, ni se diga de la lluvia, ponía mi preciado walkman sony bajo mi camiseta para que no se fuera a dañar, sabía donde estaba cada botón sin mirar, presionaba Play y me iba, casi siempre con Radiohead, no recuerdo de dónde saqué un cassete grabado del Ok computer. También escuchaba muchas cosas que no sabía si me gustaban, más bien, que creía me debían de gustar porque a los demás pubertos les gustaban.
Bueno, el punto es que en tiempo de frío en ese cuarto tenía que meterme bajo varias cobijas y al asomar la cabeza fuera de ellas por las mañanas, era como si te impactaran el rostro con un bisteck congelado.
En la otra casa donde viví después, mi cama estaba pegada a la ventana y los muros no tenían aislante térmico, lo que se traduce en "más frío adentro que afuera en tiempo de frío, chingo de calor en el verano".
En agosto pasado me mudé a esta casa que aparentemente lo tenía todo: amplia, un buen patio y amplio frente para que corra mi perro, no hay vecinos escandalosos, tiene un gran árbol al frente ... el detalle es que empezó el friyito y pues me siento como cuando era un puberto.
martes, 1 de diciembre de 2015
La loza.
Muchos se toman eso de lavar los trastes como si fuera un quehacer más, quizá sea no el más importante, pero si es uno de los que te mantiene dentro del equipo de las personas sensatas y no dentro del equipo de 12 años o menos, quizá suene exagerado y mamón, pero no.
Ejemplo: Llegas a la casa de alguien a quien no ves desde la secundaria, te pones al tanto de su vida, el/ella de la tuya, por equis motivo, tienes la oportunidad de ver que su lavatrastes es un asco, desprende un olor fétido, como si los platos hubieran desarrollado la habilidad de tirarse pedos.
¿Que haces?
A) Nada, no te importa
B) Vomitas y te vas
C) Finges demencia y dejas de tomar en serio a la persona, te vas, diciendole que algún día se ven, pero eso no pasará, te vas para jamás volver a buscarla y borrarla de FB.
Sensatamente, elijo la C, ¿Por qué?, pues porque pensaría que es una persona desobligada que probablemente así como usó esos pobres trastes para su beneficio y que nunca más volvió a mirarlos para retribuir con una lavadita la noble accion de contener sus alimentos, así sucede con las personas de su vida.
Los detalles.
Hay gente que lava los platos muy a la brava, que llena una tina de agua y que ahí donde mete los platos sucios luego enjuaga los limpios... se me hace un nudo en la garganta. El punto es que hay ciertos aspectos bien importantes para lavar los platos:
- Por más duros que estén esos pedacitos de cereal adheridos, deja el plato remojando y vuelve luego a dejarlo limpio.
-los tenedores y cucharas se escurren con el mango para abajo, por higiene.
-Si hiciste huevo, trata de enjuagarlos de inmediato, para que no se impregne el olor en el recipiente, si ya está impregnado, dejalo remojando en agua caliente y jabón y lo enjuagas al último para no apestar todos los demás platos.
-Los platos hondos y ollas no deben de quedar con agua "estancada", se ponen boca abajo para evitar esas manchas blancas cuando se secan que parecen de almohada babeada.
-Cosas que debes lavar de inmediato: el moledor de frijoles, plato donde revuelves huevo, plato de cereal, pastel, postres, ollas con restos de caldos, CAPIROTADA.
Bueno, creo que hay muchos otros secretos que aún no conozco, pero estos son los básicos, supongo que este individuo aún no es lo suficientemente doña.
Paz.
Ejemplo: Llegas a la casa de alguien a quien no ves desde la secundaria, te pones al tanto de su vida, el/ella de la tuya, por equis motivo, tienes la oportunidad de ver que su lavatrastes es un asco, desprende un olor fétido, como si los platos hubieran desarrollado la habilidad de tirarse pedos.
¿Que haces?
A) Nada, no te importa
B) Vomitas y te vas
C) Finges demencia y dejas de tomar en serio a la persona, te vas, diciendole que algún día se ven, pero eso no pasará, te vas para jamás volver a buscarla y borrarla de FB.
Sensatamente, elijo la C, ¿Por qué?, pues porque pensaría que es una persona desobligada que probablemente así como usó esos pobres trastes para su beneficio y que nunca más volvió a mirarlos para retribuir con una lavadita la noble accion de contener sus alimentos, así sucede con las personas de su vida.
Los detalles.
Hay gente que lava los platos muy a la brava, que llena una tina de agua y que ahí donde mete los platos sucios luego enjuaga los limpios... se me hace un nudo en la garganta. El punto es que hay ciertos aspectos bien importantes para lavar los platos:
- Por más duros que estén esos pedacitos de cereal adheridos, deja el plato remojando y vuelve luego a dejarlo limpio.
-los tenedores y cucharas se escurren con el mango para abajo, por higiene.
-Si hiciste huevo, trata de enjuagarlos de inmediato, para que no se impregne el olor en el recipiente, si ya está impregnado, dejalo remojando en agua caliente y jabón y lo enjuagas al último para no apestar todos los demás platos.
-Los platos hondos y ollas no deben de quedar con agua "estancada", se ponen boca abajo para evitar esas manchas blancas cuando se secan que parecen de almohada babeada.
-Cosas que debes lavar de inmediato: el moledor de frijoles, plato donde revuelves huevo, plato de cereal, pastel, postres, ollas con restos de caldos, CAPIROTADA.
Bueno, creo que hay muchos otros secretos que aún no conozco, pero estos son los básicos, supongo que este individuo aún no es lo suficientemente doña.
Paz.
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